FARO DE CORRUBEDO - RIBEIRA.
La primera etapa anduve desde el Faro de Corrubedo hasta, Ribeira. Siempre con el sonido Atlántico. Un paisaje de dunas y de luz.
Me desvié para llegar a Ribeira. No había alojamiento en el final de la ruta.
Al llegar me crucé con Aitor y Digna - así se llamaban. Gente de quilates.
La etapa encierra una una profunda y sugestiva variedad. Es una mezcla de colores y ambientes diversos. Un contraste radical, que en un espacio tan corto ofrece horizontes tan diferentes.
Mares, rías, prados, y un paisaje de clima benigno. Y una industria domesticada del mar y sus cosas.
Galicia es una tierra de contrastes , una gente que durante siglos fueron invadidos una y otra vez, y que no podían huir de allí - era la Finis Terrae, después no había nada, el terror, la oscuridad. Y surgió una mentalidad pactista con el invasor. Y así se formó una visión de los que les ocupaban de imitar lo mejor de ellos, sus leyes, sus costumbres.
Y esa diversidad de horizontes, de climas y de ambientes se refleja en el hombre, en su vida, en su carácter, en su vida.
Me acordé mientras andaba de los versos De León Felipe: "Pasar por la vida / ligero, siempre ligero, / que no hagan callos las cosas / ni en el alma ni en el cuerpo".
Un buen consejo.
Mañana más .
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