JOAQUÍN: UN HOMBRE DE RODILLAS.
Al entrar en la iglesia veo un hombre con un libro abierto. Está de rodillas. Joaquín viene de Buenos Aires Tiene tres hijos.
- Vengo en bicicleta con tres amigos de Argentina. Ellos están en el Camino por motivos "espirituosos", y yo por razones espirituales. Y hoy es la última etapa y les he dicho que se adelanten pedaleando hasta Santiago. Así tengo tiempo para rezar por mi familia, dar gracias, y pedirle a Jesús por unas cuantas cosas de mi vida. Nada importante. Pero siempre hay que dar gracias.
Un hombre de rodillas delante de su Dios es conmovedor. La inteligencia ajena te pone en pie e invita al aplauso. Pero un hombretón de rodillas , rezando, es un niño que regresa a su infancia porque las rodillas peladas son más fáciles de sanar que el corazón roto.
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