SI SUPIÉRAMOS EL FONDO DE TODO..
Disfruto andando etapas sueltas del Camino Portugués. Me gusta mucho. Por varias razones: por su luz- su bosque es mágico- , sus sonidos - a veces el agua corre con una alegría maravillosa. Los pájaros , que trinan enloquecidos. También porque allí respiras una energía que se ha quedado en ese lugar como si estuvieras en una catedral. Si quieres rezar vete a un bosque solo.
El sendero del Camino habla, ¡ tiene tantos sonidos! ¡ Y tantas presencias!
Dicen que si acercas una caracola al oído escuchas el eco del mar. Aquí sucede si escuchas el bosque mecido por el viento.
La brisa mueve las ramas suavemente, abanica el alma de las cosas. Cosa fina pasear a esas horas de la madrugada o de la tarde. Es la sensación como de un trémolo líquido, como el inicio de un leve escalofrío.
Entre las ramas el cielo adquiere a esas horas una vaga claridad , un color de rosa seca. Y antes de oscurecer , pronto se coloreará de ascuas la tarde. ¡Dios, cómo se pone el sol en las Rías Baixas!
Esta soledad se subraya más por el silencio apelmazado de estas horas previas al atardecer.
Andando suenan unos chasquidos musicales en la senda que piso . No veré a nadie. Ni siquiera vuelan los pájaros, y alguna mariposa que va de aquí para allá posándose sin posar , poniemdo una nota de silencio sobre el silencio.
Qué lejos se está de todo.
Los teólogos viven gracias al silencio de Dios. Si Dios hablara no habría teología, o tal vez si no hubiera teólogos, Dios finalmente hablaría con claridad.
Pero no existe en el mundo una revelación tan evidente como ese silencio del Camino que susurra a gritos su presencia . Ninguna gloria puede equipararse a estos atardeceres solitarios en un sendero que han pisado millones antes que tú , cuando una parte del firmamento se convierte en polvo de oro y tus botas van pisando alfombras de tierra mientras uno pasea a bordo de la nostalgia. Dios calla. O acaso su voz es esa música de brisa que vibra en las ramas. Pronto la estrellas cobijarán este camino.
"Si supiéramos el fondo de todas las cosas, tendríamos compasión hasta de las estrellas", escribió Graham Green.
En realidad, todos somos objeto de compasión. Damos mucha pena, la verdad. Yo por lo menos siento lástima de mi.
Pero cualquier caminante sabe que al final de estos días siempre se llega al final , donde se agitan los teólogos y el dinero, y las ideologías, y las miserias y egoísmos, y la dinamita canta. Es imposible escapar.
Allí uno termina por comprender que no puede seguir en la soledad del las etapas. De un lado está la estética, la belleza que salvará el mundo , y de otro, los teólogos con metralleta, los políticos, los fanáticos, los jueces, abogados, banqueros, los líderes de opinión, las putas caras, las putas baratas, el sexo sin amor, los líderes de opinión, las lágrimas de los pobres, los bienaventurados, los cínicos, los poderosos, los niños ricos, los niños pobres...
Esta es "la" entrada de Ultreya... La que esperaba... Y por fin llegó...
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