JOSÉ: UN ENCUENTRO NADA CASUAL.
Ayer, regresando del Camino portugués que une Caldas con Padrón, me crucé con varios peregrinos. Paré a uno que venía solo.
Se llama José. Resultó que venía desde México acompañado de once jóvenes de un colegio de allá que se llama " Liceo del Valle". Y me comentó que la razón de andar el Camino era espiritual.
- Cada tarde al llegar al albergue procuramos rezar y reflexionamos sobre puntos en los que podemos mejorar.
- ¿ Pertenecéis a algún movimiento?
- El colegio donde estudian es del Opus Dei.
- ¡ Coño!, ¡ yo pertenecí al Opus durante 27 años!
El hombre puso cara de tipex.
- Yo soy del Opus Dei, soy supernumerario.
- ¿ Podría pedirte un favor?
- Claro.
- Supongo que tú rezarás.
Asintió. Abrió la mano y llevaba un pequeño crucifijo.
- Te pediría que rezaras por mi. Tengo una enfermedad, y me gustaría llevar esto con alegría y sin dar mucha guerra.
- ¡Perfecto!...¿cómo te llamas?
Escribió mi nombre en una libreta y dijo " rezaremos por ti todo el grupo".
En la serie El ala Oeste de la Casa Blanca, un capítulo terminaba con una queja del presidente sobre que Dios no respondía a sus oraciones.
Entonces alguien le cuenta una historia
«Se había producido una inundación, y un hombre quedó parado en el techo de su casa pidiendo socorro. Enseguida llega una canoa a rescatarlo y él se niega a subir. “Yo me quedo acá porque Dios me va a ayudar”, le dice al que remaba. Al rato aparece una lancha de los bomberos para salvarlo y otra vez no se sube: “De ninguna manera, yo me quedo acá porque Dios me va a salvar”, repite. Más tarde llega al rescate un helicóptero de la policía, pero se niega a subir utilizando la misma frase: “Dios me va a salvar”. Finalmente, el hombre muere y cuando llega al cielo le reclama a Dios: “¡Por qué no me ayudaste y me dejaste morir!” Dios se enoja: “¿Cómo que no te ayudé? Te mandé una canoa, una lancha, un helicóptero y no aceptaste”».
Al llegar a casa caí en la cuenta de que era 26 de junio, san Josemaría- es el fundador de la Opus. Y pensé qje nada es casual. Que, quizás, hay encuentros que no son casualidades.
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