MANUELA. EL ABANICO.
Manuela es de Toledo. Enfermera. Es su segundo Camino. Ha convencido a su hija y su pareja, y al perro, para que le acompañen. Está lesionada en pierna, y espera a recuperarse acompañada de su marido en Caldas. Estarán todo el día descansando.
- No sé exactamente la razón de andar desde Oporto. Lo que te puedo decir es que la primera vez, al llegar a la plaza del Obradoiro, rompí a llorar sin poder dominar el llanto. Fue una experiencia. Aún hoy, te lo estoy contando, y me conmuevo. Tiene algo de catártico, al menos para mi.
Hay personas que son como el clavico que sostiene el abanico de su familia y de su gente uniendo sus varillas y dándoles aire.
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