DAVID Y GUILLERMO: UN BRINDIS.
David y Guillermo, Son de Alcorcón. Una amistad acortezada desde la niñez. Son policía e informático.
Hacen el Camino en bicicleta. Y están felices, llenos de energía. Bien contentos y con ganas de más. Son disfrutones. Todo les gusta: el paisaje, la gastronomía, las aldeas y ciudades, el trato con la gente que se encuentran en las etapas.
David presume de familia- enseña las fotos de ella con orgullo y con un brillo de cariño. Un corazón de lana el de este hombre. Su mujer es tan guapa que hasta los perros y los gatos se dan la vuelta para verla cuando anda por la calle.
Me enseñó también la foto de su hija y la gente de la plaza decía " ¿ qué es eso que suena tan fuerte?: y eran los , latidos de mi corazón. ¡ Madre mía qué hermosura de niña. Me subía por las paredes y no sé como no me maté !
Guillermo es ese amigo que siempre está. Es como ese tío que no lo es, pero que llega muy dentro. El incondicional.
Brindamos con cerveza en la plaza de las Palmeras.
Brindamos por sus familias y sus cosas , por los sueños, el dolor y la alegría. Brindamos por los tíos sin medallas que no cuentan batallas ni anda tocando los cojones.
Brindamos por esa gente que se parten la cara sin darse un pijo de importancia y no se rinden. Por las llagas de los caminantes. Por la libertad.
Y por ellos, porque tienen un corazón de quilates, y eso merece un brindis.
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