DESDE ITALIA CON SU OBISPO.
En medio del Camino espiritual me crucé con una peregrinación a Santiago de veinte italianos. Con ellos venía su obispo, Pablo . Eran de Perugia.
No hacía falta preguntar qué les movía : ganar el jubileo y , supongo, cada uno tendría su particular intención.
Hablé con el obispo. Le conté que estaba enfermo.
- No me preocupa la enfermedad. Dios es un Padre y sé que nada malo puede venir de un Padre.
Le pedí su bendición. Me hizo la señal de la cruz dn la frente, y nos dimos un abrazo.
- ¿Como te llamas?
- Jesús- le respondí-, pero soy un Jesús nacido el 25 de diciembre. Soy pata negra.
- ¡Ah!, ¡ pues entonces hoy he estado con el verdadero Jesús!
Comentarios
Publicar un comentario